Una serie de televisión es una obra
audiovisual que se difunde en emisiones televisivas sucesivas,
manteniendo cada una de ellas una unidad argumental en sí misma y
con continuidad, al menos temática, entre los diferentes episodios
que la integran. Aunque el término se emplea popularmente para
designar a la ficción seriada, otros géneros son susceptibles de
ofrecerse en serie, como el documental (por ejemplo, Walking with
Dinosaurs, Caminando entre dinosaurios).
Estructura
narrativa
El rasgo principal que define a una serie de ficción es que sus
capítulos constituyen una unidad narrativa independiente en sí
mismos, lográndose la continuidad entre uno y otro a través de los
personajes, los escenarios o los temas. A diferencia de los seriales,
que dejan abiertas las tramas de un episodio para otro, en las series
éstas se resuelven dentro del propio capítulo.
Sin embargo, existen producciones que no cumplen este requisito y,
pese a ello, son consideradas como series, por su factura, proceso de
producción y forma de programación.
Producción y programación
Por norma general, las series de ficción son producciones mucho
más costosas que los seriales. Ello se debe a que suelen plantearse
para cubrir los horarios de mayor consumo televisivo o prime time,
mientras que los últimos se destinan a las bandas diurnas o daytime,
donde los niveles de audiencia son menores.
Debido a su considerable coste, se programan una vez a la semana
(ocasionalmente, dos o tres) y casi nunca en tira diaria (en inglés,
strip), que es como suelen emitirse los seriales.
Una serie suele concebirse de forma cerrada, con final previsto,
pero dejando abierta la posibilidad de ampliar la producción, en
función de los resultados de audiencia. Lo más habitual es que se
realice una primera tanda de trece episodios y, si el éxito
acompaña, es muy probable que la serie regrese con nuevas entregas.
Tipología
- Sitcom o comedias situacionales. Desde el punto de vista de
la producción y la programación, se definen por una duración
entre 20 y 50 minutos por sus limitados escenarios (uno o dos y casi
siempre interiores) y porque se graban con la asistencia de público.
- Teleserie o series de largo recorrido. Cada capítulo dura
entre 50 y 60 minutos, si bien, en algunos países, como España,
Colombia y México, los metrajes pueden ser muy superiores. Poseen
diferentes escenarios, tanto interiores como exteriores. Se
distinguen entre dramas y comedias. Básicamente como las
telenovelas, pero con un tinte subido de tono.
- Antología: Se trata de un tipo de serie que, en cada
capítulo, cambia de personajes, de escenarios e, incluso, de equipo
de producción. La continuidad entre uno y otro se consigue mediante
el tema, el mismo para todos los episodios. Un ejemplo es la
producción española La huella del crimen, que, en cada entrega,
abordaba un caso criminal distinto, basado en hechos reales.
- Miniserie. Es un tipo de producción a medio camino entre las
teleseries y los telefilmes (en inglés, TV Movie). Suelen
plantearse para al menos tres episodios, con una duración, cada uno
de ellos, de aproximadamente 90 minutos, esto es, el estándar que
la industria televisiva estadounidense tiene asignado a los
telefilmes.
- Microserie: Producción que dura entre 3 o 5 minutos. Al
igual que los sitcoms, tienen pocos escenarios pero, con una
narrativa clara y con temáticas fuertes. Pueden tener episodios
mínimos a 20, incluso por temporadas, se manejan mayormente en
Internet.
Series
documentales
El género del documental puede ser objeto de una emisión seriada
en televisión, así como sus distintas variantes, surgidas a partir
de un proceso de incorporación de técnicas características de
otros géneros. Es el caso de los docudramas, en los que se aborda la
realidad con recursos narrativos propios de la series de ficción,
como la guionización a partir de tramas e, incluso, personajes. Un
ejemplo de docudrama seriado es la producción española Vivir cada
día, emitida por TVE1 entre 1978 y 1988.
Otra variante del documental es el docu-soap (docu, de documental;
soap, de soap opera), aunque, en este caso, las técnicas narrativas
utilizadas no proceden de las series de ficción, sino de los
seriales televisivos. Como en éstos, las tramas quedan abiertas de
un capítulo a otro. La producción catalana Bellvitge Hospital,
ofrecida por la televisión autonómica catalana TV3, es un ejemplo
de docu-soap.